El establecimiento de prioridades es crucial en la gestión de los recursos de los proyectos. Durante una crisis o cuando los recursos son limitados, resulta esencial para la toma de decisiones sobre el inicio de nuevos proyectos o la revisión de una cartera de proyectos existente para liberar recursos. En función de las necesidades específicas, podemos prever distintos modelos para gestionar las prioridades.
Este modelo permite evaluar un proyecto en función de su grado de apoyo a los objetivos estratégicos de la empresa. Cuanto más significativa sea la correlación entre los objetivos del proyecto y los objetivos estratégicos de la empresa, mayor será su valor y su potencial.
Este modelo ayuda a evaluar los beneficios empresariales que presenta un proyecto sobre los riesgos de su implantación. Utilizando esta herramienta, podemos identificar los proyectos con escasos beneficios empresariales y elevados riesgos de ejecución, que deben ser objeto de una inspección más minuciosa para reducir costes (y optimizar el presupuesto del proyecto).
Este modelo permite evaluar la dificultad de ejecución de un proyecto. Evaluando el impacto del proyecto en distintos ámbitos de la organización, estimamos la complejidad del cambio previsto. Utilizando puntos de referencia, podemos evaluar preliminarmente no sólo la complejidad, sino también el tiempo estimado de implantación. Esto permitirá asignar los recursos adecuados a los proyectos desde el principio del proceso de implantación.